Cuando perdemos algo nos sentimos incompletos, hasta una pulsera muy querida nos deja esa sensación de que algo nos falta, cualquier objeto que perdamos, imagina cuando una persona se va de nuestra vida es una pérdida y constantemente esas pérdidas son dolorosas ya sea por separación de pareja, pérdida del amor, pérdida de nosotros mismos, perdemos el sentido de vivir una cotidianidad en la cual estábamos acostumbrados al día a día de compartir y de repente todo se pone en pausa, podemos sucumbir en una depresión aguda frecuentemente nos llenamos de tristeza es parte de una complementariedad de la ausencia de la otra persona.
Según la RAE de la lengua española, la definición de pareja es un conjunto de dos personas con correlación o semejanza siendo considerada en relación con la otra; en el caso de este artículo hago referencia al vínculo amoroso-erótico estable, que posee expectativas y proyectos comunes en pareja y cuando se rompe el contrato de estar en pareja se le llama duelo
.
Cuando existe el proceso de separación de pareja hay una perturbación emocional muy fuerte teniendo una elaboración de un proceso de duelo de pareja donde puede implicar que haya hijos de por medio, los primeros cuestionamientos son, la mirada social, la organización individual y familiar que conlleva a la social, el compartimento de amistades basándonos en las miradas inclusivas del entorno para poder elaborar un duelo de la pérdida.
El desamor y el dolor son una experiencia trascendente de la vida en pareja. Cuando se pierde la pareja se pierde una parte importante del sentido que la vida en pareja da. Mientras más significativo es lo perdido, más duele. El desamor es una experiencia dolorosa tanto para quien deja ser amado como para el que deja de amar.
En un proceso de separación que una pareja atraviesa en la pérdida es aceptar el término de la relación, tolerar el dolor por las pérdidas que esta conlleva, la readaptación al medio y la resolución de cualquier tema donde también se tiene que conllevar a una reubicación de la ex pareja en el mundo interno y externo de ambos en estos pasos. Tizón (2004).
La separación emocional, que habitualmente es un proceso que continua mucho más allá de la separación física, es un periodo en el que los miembros de la pareja elaboran su historia, reconstruyeron lo vivido para entender lo que a menudo no son capaces de entender y buscan explicaciones para seguir adelante.
El reconocerlo ganado y lo perdido cuando hay la separación es parte del proceso y se va dando a través de la experiencia más allá de la relación de pareja se necesita construir una explicación para permitirse avanzar y reencontrar la búsqueda del sentido, desde la pérdida del sentido al sentido de la pérdida. Lo que ocurre cuando el duelo no se procesa y se queda congelado resulta más doloroso ya que tiene consecuencias significativas negativas en la pareja donde las dificultades propias se ven tenidas entremezclando los temas de pareja no resueltos y en los espacios de ayuda terapéutica sirven para poder expresar la rabia, la incomprensión, para sumergirse en una propia confrontación e ir sanando esa separación.
La terapia es un refuerzo de poder tener un camino de control razonable, encontrando nuevos propósitos iniciando nuevos planes de vida individual, familiar y social.
Después de haber sanado se convierten en sensaciones extrañas, lo que en el pasado te dolía deja de dolerte y se convierten en experiencias del libro de tu historia de vida, toda experiencia se convierte en evolución y crecimiento.
Querer modificar a toda costa elementos de la personalidad del otro, sobre todo aquellos que siempre estaban ahí y no son necesariamente negativos, indica inmadurez, inseguridad y miedo ante la vulnerabilidad que produce no tener control sobre el otro, así empiezan muchas rupturas.
Mirta Govea. Psicóloga Clínica.
Guerra Cid Luis Raimundo El clavo ardiendo
