¿Sabías que hay dos tipos de adicciones las psicológicas y las toxicomanías?
Cualquier conducta normal placentera tiende a repetirse y por ello existe la posibilidad de convertirse en un comportamiento adictivo. Solamente va a ocurrir cuando el individuo muestra una pérdida habitual de control perdiendo interés por otras actividades gratificantes.
Las adicciones psicológicas (juego patológico, adicción al sexo, adicción a las compras, adicción a la comida, adicción al trabajo,adicción al teléfono, adicción al ejercicio físico) son tan similares a las toxicomanías (alcohol, cocaína, opiáceos y opioides etc.) hay gente que confunde los términos vicio y adicción sin embargo, el vicio es una categoría moral y la adicción es un trastorno mental y con las percepciones sociales tienen diversas implicaciones para la posible necesidad de tratamiento, control que se espera de la persona y percepción de gravedad de las consecuencias.
La adicción es una afición patológica que, al causar dependencia, restringe la libertad del ser humano, convirtiéndolo en esclavo de una falsa felicidad, porque las carencias en una dimensión pueden compensarse, en cierto modo, con las satisfacciones obtenidas en otra. Se trata de personas que carecen de un afecto consistente y que intentan llenar esa carencia con sustancias químicas o sin sustancias. Porque el cariño llena de sentido nuestra vida y contribuye de forma decisiva a nuestro equilibrio psicológico.
Una persona vulnerable y con cohesión familiar débil corre un gran riesgo de hacerse adicto si cuenta con un hábito de recompensas inmediatas, tiene el objeto de la adicción a la mano, se siente presionado por un grupo (sucede mucho en la adolescencia) y está sometido a circunstancias de mucho estrés. En el caso del adolescente hay fracaso escolar, frustraciones afectivas, competitividad, vacío existencial, inactividad, aislamiento social, falta de objetivos.
Las personas inseguras, muy ambiciosas o con relaciones afectivas y sociales pobres constituyen un factor de riesgo para las adicciones.
Todas las adicciones son distintas unas de otras, pero todas tienen algo en común que constituye su aspecto nuclear: la pérdida de control sin la presencia de una sustancia química adictiva, en la cual se requiere un seguimiento con un profesional, ya que el paciente puede experimentar en ocasiones un fuerte deseo de comenzar de nuevo con la adicción, que puede aparecer de repente en una situación determinada sobre todo cuando le viene a la mente un recuerdo agradable experimentado con la conducta adictiva y el profesional le podrá brindar herramientas necesarias para lograr avanzar sin la adicción.
Mirta Govea. Psicóloga Clínica.
Govea Mirta.